El objetivo del buen muestreo es obtener una muestra que represente fielmente el lote completo, asegurando que las mediciones sean consistentes y precisas. Esto implica desafíos como el manejo de variaciones y el uso de técnicas que minimicen el sesgo. Los errores en el muestreo pueden ser costosos y conducir a malinterpretaciones, por lo que se debe buscar la representatividad y la coherencia en los métodos utilizados. El texto discute la importancia de abordar el muestreo con un enfoque estructurado para resolver problemas complejos de manera efectiva.